El nombre margay fue usado por primera vez por el naturalista francés Buffon. La palabra se deriva de la palabra “maragao”, la cual fue usada por un viajero para describir al animal. Esta palabra a su vez es factible se derive de la palabra guaraní “mbaracayá” que significa gato salvaje (Cabrera & Yeppes 1960). El margay también es llamado tigrillo por su tamaño y aspecto similar al del ocelote, recibe otros nombres como: macaraya (Leticia), cocoromalo (Costa Atlántica), tigrillo peludo, tigre gallinero y manigordo (Jorgenson et al. 2006c).
El margay presenta un dorso de color amarillo con filas longitudinales de manchas y líneas negras. Muchas de estas son rosetas abiertas, particularidad que ayuda a distinguir a la especie. Vientre blanco y ojos grandes (Eisenberg 1989). El pelaje de los individuos de zonas montañosas es más oscuro y denso que los de tierras bajas (Garman 1997). Se distingue por ser un félido pequeño, el peso de los adultos varía entre 3 y 9 kg., donde los machos son mas grandes que las hembras (Emmons & Feer 1997).
El margay se confunde fácilmente con el ocelote por sus similitudes en tamaño, color y patrón de manchas (Chebez 1994a; Downey 2005; Haemig 2008), sin embargo pueden diferenciarse por pequeños detalles como: el ocelote es más grande y robusto (pesando por lo menos tres veces más), aunque los margay más grandes pueden ser igual de grandes a las ocelotes hembras pequeñas. Además el margay tiene la cola más larga que los miembros posteriores, ocupa el 35 a 45% del largo total del animal que varía de los 90 cm a 120 cm, mientras que el ocelote tiene la cola más corta que sus miembros posteriores (Chebez 1994a; Haemig 2008).