El nombre jaguar proviene de lenguas indígenas de las selvas subtropicales: la voz “jaguara” significa carnívoro que mata su presa de un solo golpe (Liais 1872). También es llamado tigre (generalizado), tigre real (Caquetá y Vichada), tigre mariposo (Casanare, Caquetá, Guainía, Meta, Guaviare, Vaupés y Vichada), tigre pintado (Amazonas, Caquetá, Putumayo y Vaupés), tigre pintamenuda o pintamenudita (Caquetá, Casanare, Meta y Vichada), manodelana, mano de plomo (Orinoquía y Amazonía) y tigre serrano (Sierra Nevada de Santa Marta) (Rodríguez-Mahecha et al. 2006a).
El jaguar es el félido más grande de América y en relación con su tamaño el jaguar es el más fuerte de los grandes félidos (Hoogesteijn & Mondolfi 1992; Nowell & Jackson 1996). Al igual que el resto de los felinos, el jaguar está perfectamente adaptado a la visión diurna y nocturna (Hoogesteijn & Mondolfi 1992). El macho es robusto y musculoso, con cráneo grande y mandíbulas fuertes, orejas medianas, cuello ancho, tórax y abdomen rectangular en su vista lateral y con cola medianamente larga con anillos negros. La longitud total puede llegar a los 1.8 metros. Su peso oscila entre los 50 y 80 kg., aunque hay reportes de animales hasta los 158 kg. La hembra es de menor tamaño con un peso entre 35 y 45 kg. (Aranda 1990; Guggisberg 1975a; Rabinowitz & Nottingham 1986).
No hay dos jaguares con coloración o dibujos idénticos, presentan tamaños y coloraciones del pelaje diferentes. Sin embargo, presentan dos patrones generales de color, la moteada y la melánica (negra), siendo la última una condición transmitida por genes dominantes (Eizirik et al. 2003; Hoogesteijn & Mondolfi 1992). La coloración más común es la moteada y los individuos presentan un color de fondo amarillo rojizo con manchas negras circulares que pueden formar grandes rosetas encerrando uno o varios puntos negros. El color de fondo es blanco en el interior de las orejas, en la parte inferior del hocico, la mandíbula, la garganta, la parte interna de las patas y demás partes bajas del cuerpo. En la presentación melánica, el amarillo y el blanco es suplantado por un tono pardo oscuro o negro (Hoogesteijn & Mondolfi 1992).